jueves, 31 de mayo de 2007

Pensar en los demás

Hoy por la mañana me he encontrado con un íntimo amigo que me ha contado la siguiente historia real referida a un amigo del Colegio con el que hemos perdido bastante el contacto.

" El Miércoles por la noche me apunté que tenía que llamar a... llamemosle Gonzalo y a mi prima...Laura.

Al salir del trabajo llamé a Laura para felicitarle por su cumpleaños y de paso comentar un par de asuntos que teníamos pendiente.

Al colgar a mi prima empecé a intentar ponerme en contacto telefónico con Gonzalo; disponía de tres móviles distintos. Tras las dos primeras intentonas fallidas marqué, con poca esperanza, el tercer móvil de que disponía... Servicio AVISAME de MOVISTAR.

Al menos lo he intentado- pensé-.

Al llegar a casa busqué el teléfono particular que debía tener guardado por algún lugar; tras revolver en el cajón apareció el preciado número.

En el momento que iba a llamar tuve que hacer un par de gestiones caseras: sacar la basura, ayudar a mi madre...

Se me hizo un poco tarde y pensé que si no llamaba a Gonzalo tampoco pasaría nada: no sabía de él desde su anterior cumpleaños.

Encendí la TV dejandome abrazar por el sillón; pero seguía pensando en Gonzalo. Todo eran excusas para no llamarle: es tarde, estará cenando con su novia fuera...

Por fin me decidí a marcar su teléfono de casa con escasa confianza en lograr resultados positivos.

Tras varios tonos de espera me cogió su madre que me pasó con Gonzalo.

"Gonzalo? Soy Alvaro García."

Gonzalo no pudo contener la emoción y balbuceó un "Ya lo sabía"

Estuvimos hablando y me contó que los teléfonos que tenía en mi móvil los había dado de baja...para cortar con su pasado.

Alvaro estuvo mucho tiempo "tonteando" con las drogas; gracias a Dios empezó a salir con una chica que le alejó de ese mundillo de infelicidad. Ya llevan un año y diez meses y el cambio ha sido, como el programa de TV, radical.

Me pidió perdón por no haberme llamado porque sabía que me gustaría saber ese notición pero cuando cambiaba de tarjeta de móvil lo hacía con todas sus consecuencias: perdía todos los números.

Me contó lo mal que lo ha pasado estos años, como ha perdido el tiempo, dónde ha buscado amigos...Pero aquí cambió el tono y me dijo.

"Alvaro, aunque no te lo creas, todos los días me acordaba de tí y de tu amistad y te reconozco que me estaba empezando a agobiar porque sé que, al cortar con ese mundo, la única persona que me llama el día de mi cumpleaños eres tú y creía que este año se te iba a pasar".

Han quedado la semana que viene para cenar y ponerse al día.

Me quedé muy impresionado; qué poco le costó a Alvaro hacer feliz a Gonzalo.

Si no fuesemos tan egoistas y mirasemos más allá de nuestro ombligo: nuestro trabajo, nuestro plan, nuestro problema, NUESTRO, NUESTRO, NUESTRO... y pensásemos más en los demás: sus necesidades, sus problemas, sus preocupaciones...qué distinta sería la sociedad.

Felicidades Gonzalo por esos 27 años...y 1 día, hoy seguro que nadie te ha felicitado.

Perdón y te aseguro que el año que viene no se me pasa.

2 comentarios:

Álvaro Montoliu dijo...

tercer días, tercer post! Bien, bien, bien! Y cada vez con historias más buenas!

Un abrazo fuerte y ánimo... Dicen que la vida media de los blogs no llega a 100 días, ¿los superarás? La prueba dentro de 97...

Ángel dijo...

Impresionante!!