lunes, 28 de abril de 2008

Los fines de semana



Lo siento pero disfruto como un enano con cada fin de semana; la única pena es que mi mujer es farmacéutica y cada 15 días le toca trabajar el sábado de 9.30 a 21.30.

Ahora que viene el buen tiempo me voy a poner el disfraz de dominguero y voy a disfrutar de los alrededores de Madrid; el próximo Jueves me iré con mi mujer y con amigos de excursión a Cercedilla a pasear tranquilamente (no sé cuanto duraremos con mi mujer embarazada) y a comer de tortillas, carne empanada, etc.

El pasado fin de semana empezó el viernes por la tarde en casa de mi amigo Iñaki preparando la página web de mi futuro negocio que si Dios quiere arrancará en Mayo; comimos muy bien y mientras construíamos la web vimos la victoria de Rafa Nadal contra Ferrer.

El sábado amaneció uno de esos días en los que sales a la calle y me dije “Huele a verano, a buen tiempo, a deporte, a barbacoa…”; no sé si os ha pasado alguna vez pero cada año hay una mañana que me levantó con este pensamiento.

Gran partido de paddle con mi cuñado Juanma y con Minguela y Fer seguido de aperitivo en la terraza y comida con mi hermano Bosco y un amigo suyo.

Después de esta parada me dirigí a la farmacia en que trabaja mi mujer para hacerle una visitilla y comprobar mi nivel de colesterol: 194, dicen que a partir de 200 es peligroso.

Desde allí dirigí mis pasos hacia Mercadona para hacer la “macrocompra” con todos los elementos necesarios para organizar una buena barbacoa: chorizo, morcilla, carbón, carne, cervezas, tinto de verano, helados.

Por la noche mi mujer y yo nos pusimos el disfraz de celestinos y quedamos a cenar con una amiga de Arantxa y un amigo mío: de momento no hay noticias.

El Domingo nos reunimos 11 en la terraza de mi casa para degustar todas las viandas adquiridas el día anterior y seguimos con una tarde en la piscina; se hacía raro en abril comenzar la temporada pero en ese momento parecía que padecíamos la enfermedad de los “guiris” que aprovechan cualquier rayo de sol; hubo algún atrevido que se dio el primer chapuzón.

Al caer la tarde marchamos a la Iglesia de San Miguel en Las Rozas, me flipa; probablemente bauticemos a nuestra hija Pía en esa Iglesia pero no hay nada seguro porque espero que el sacerdote que le bauticé sea mi hermano mayor que recibirá la ordenación sacerdotal el próximo 24 de mayo en Roma. Intentaremos aprovechar su visita a Madrid, para la celebración de su primera Misa solemne, y como tendrá muchos compromisos tendremos que adecuarnos a él.

El próximo fin de semana promete: jueves excursión, sábado boda y domingo bautizo; además contaremos con la presencia de muchos amigos de fuera de Madrid que vienen para la boda así como con mi familia política.

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